¿Capacidad innata o adquirida?

En vez de preguntarnos cómo adquirimos la 
capacidad de cuidar de otros, cómo aprendemos 
a adoptar el punto de vista del otro y cómo 
superamos la búsqueda del interés propio, 
nos vemos impelidos a cuestionarnos cómo 
perdemos la capacidad de cuidar de otros, 
qué inhibe nuestra facultad de empatía y 
nuestra sensibilidad hacia el clima emocional 
de nuestro entorno, por qué somos incapaces 
de percibir la diferencia entre estar o no estar 
en contacto y, lo que resulta aún más doloroso, 
cómo perdemos la capacidad de amar. 

Carol Gilligan, El daño moral y la ética del cuidado. 






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